Un trabajo multidisciplinario, que reúne a especialistas de las áreas de la biología, física e informática, se comenzará a realizar en el marco del proyecto “Validación de un modelo agroinformático basado en sensores e imágenes para el uso eficiente del agua en productos hortícolas: Caso de la lechuga en ubicaciones geográficas áridas y semiáridas”.
Se trata de una iniciativa financiada por la Dirección General de Investigación de la Universidad de Playa Ancha, que se enmarca dentro del Concurso Regular de Proyectos de Investigación, y que fue adjudicada por el académico del Departamento de Ciencia de Datos e Informática de la UPLA, Dr. Mario Bruno Meléndez.
A él se sumarán, en la coejecución, las investigadoras de la Universidad Arturo Prat de Iquique, Dra. Karina Ruiz Carrasco y la Dra. Betzabé Torres Paiva.
El objetivo de la propuesta es desarrollar un modelo agroinformático capaz de optimizar la cantidad de agua que se utiliza para la producción de la lechuga. Para ello, se utilizarán parámetros medidos diariamente en San Felipe, región de Valparaíso, e Iquique, región de Tarapacá, mediante técnicas de procesamiento de imágenes para comparar el riego empleado en condiciones distintas: desierto y zonas mediterráneas.
A través de una tecnología de bajo costo y fácil implementación y acceso, como es el análisis de imágenes, se buscará complementar la información que aportarán sensores y con ello desarrollar un sistema para el uso eficiente del agua. Dichas imágenes podrán ser procesadas junto al nivel de humedad de una planta específica, asegurando la eficiencia del riego tradicional durante las etapas de desarrollo vegetativo en zonas áridas y semiáridas.
“Se harán dos pruebas de correlación, considerando la función de retención de humedad, la facilidad de entregarla a los cultivos y la rapidez de infiltración del agua, propiedades que determinan los tiempos de riego y las frecuencias de éstos. A este efecto, la eficiencia de riego estará condicionada a reducir pérdidas de agua por infiltración intensa, evaporación en la conducción del agua, y el escurrimiento superficial”, explicó el académico de la Facultad de Ingeniería.
Se espera con esta iniciativa, que tiene una duración de 2 años, mitigar las consecuencias del déficit hídrico en el riego tradicional, el cual es usado ampliamente por la Agricultura Familiar Campesina (AFC). Además, se podrá obtener un modelo agroinformático validado para su uso en este segmento de la producción agrícola, y una metodología para aumentar la eficiencia de riego tradicional en entornos rurales.
Por primera vez juntos en Valparaíso
Como una de las actividades del proyecto, las investigadoras Dra. Karina Ruiz Carrasco y la Dra. Betzabé Torres Paiva viajaron en marzo a la Región de Valparaíso para trabajar presencialmente con el Dr. Mario Bruno, luego de meses de trabajo virtual, y así coordinar aspectos técnicos de la propuesta, visitar una experiencia de cultivo en la comuna de Papudo, ver la posibilidad de elaborar un artículo conjunto a futuro y dictar una charla a estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha.
“Queríamos ver el experimento que tienen en Pullally, que es muy interesante, por lo que se está desarrollando y se puede ver que hay un efecto en las frutillas respecto a la calidad de agua que utilizan, eso sí lo puede detectar el sistema que estamos diseñando. Ahora tenemos que empezar a desarrollar ese sistema, la visita a terreno nos permitió ver todos los parámetros que necesitamos considerar en nuestro diseño, ya que es muy diferente trabajar en un laboratorio que trabajar en campo”, aseveró la Dra. Torres.
Respecto a la importancia de trabajar interdisciplinariamente, agregó que toda investigación mirada desde otras disciplinas puede tener distintas potencialidades.
“Eso pasa con la Informática y su aplicación agrícola, quién hubiera pensado que con el uso de un sensor y una cámara tu podrías obtener información relevante para saber cuándo y cuánto regar o si está enferma la planta, si está creciendo bien. Son los distintos enfoques los que están enriqueciendo la investigación para realmente darle una aplicabilidad”, concluyó.
La interdisciplina sirve precisamente para eso, planteó la Dra. Ruiz, “las respuestas que se puedan dar de un problema son multienfoque, la respuesta que puedo dar como bióloga no será la misma que dará Betzabé como física y Mario como informático, esa complementariedad del problema -desde distintos puntos de vista- es lo que da respuestas integrales. Eso es lo que aporta valor a esta interacción, que vuelve mucho más poderosa la respuesta que podemos dar, sobre todo al trabajar en red como universidades regionales”.
Así el Dr. Mario Bruno se enfocará en la investigación del modelo agroinformático y en el desarrollo de prototipo de software y hardware. Mientras que la Dra. en Biología y Fisiología Celular, Karina Ruiz, se abocará al estudio de la fisiología del cultivo y la Dra. en Ciencias de la Ingeniería en Materiales, Betzabé Torres, en la ingeniería del sistema de cultivo y del modelo a desarrollar.